Le dejé saludos en lo de Gerald y aquí mismo pero se ve que no los vió. Un abrazo
Y, Mauri, es un buen chico. Y bueno, el papá le regalaba todos los juguetes que quería y consiguió que se aburra. Por eso no le gusta el laburo y como se aburre se entretiene escuchando conversaciones ajenas.
Dormi querido.
ResponderEliminarLe dejé saludos en lo de Gerald y aquí mismo pero se ve que no los vió.
Un abrazo
Y, Mauri, es un buen chico. Y bueno, el papá le regalaba todos los juguetes que quería y consiguió que se aburra. Por eso no le gusta el laburo y como se aburre se entretiene escuchando conversaciones ajenas.
¡Unfor!
ResponderEliminarEso me pasa por ser un ciego de merde. Ja.
Pase cuando quiera, acá estaré haciendo lo imposible por encontrarle la quinta pata al gato.
Jua. El Mauri aprendió eso y a echarle la culpa a cualquiera de sus trapisondas. Cuando era un pequeño despreciable le echaba la culpa a la niñera...
Unfor:
ResponderEliminarY este comentario está dedicado exclusivamente para decirle que me alegro mucho de que vuelva a la blogósfera.
Abrazo!!!
Dormidano
Gracias Dormi; nos seguimos viendo (póngase los anteojos; ja, ja).
ResponderEliminarAbrazo!