El señor Adolfo Ablático, presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (y afines) salió a difundir una verdad revelada, porque él es cristiano y seguro lo leyó en la Biblia: dice que el Estado no tiene que meterse en economía y que nada más debe "regular". Si yo fuera un tipo desconfiado (pero no lo soy) diría que ese dogma pertence más bien a otra Biblia, igual de sagrada, pero escrita por un tipo de carne y hueso llamado Milton Friedman. Ese profeta dice (o decía porque estiró la pata esperando el juicio oral final) cosas como las que defiende el citado señor Ablático.
Cosas que nunca han resultado ciertas por otra parte. Una larga serie de derrumbes, crisis y despelotes económicos, entre los que podemos contar la crisis del ´30 y la más reciente del 2009 y 2010, dan fe de lo errado de esas supuestas verdades que don Adolfo postula como aciertos indiscutibles.
Pero parece que hay más sorpresas. En el manualcito del Buen Empresario Cristiano también aparece esa proposición que indica que hay que mirar para adelante, etc.,etc., porque la memoria tuerta ésto o aquello, etc., porque no se puede vivir del amor, etc.
Estas opiniones se parecen bastante a otras que andan por ahí, emitidas por tipos y tipas como Monseñor Héctor Aguer o Eduardo Duhalde. Los dos son o dicen ser fervientes cristianos, entonces suponemos que leyeron estas cosas en el mismo lugar de donde las tomó don Adolfo Ablático, que también es cristiano.
Así, la religión, el cristianismo en este caso, sirve para que el país vaya para adelante. Como siempre. ¿No?
Aunque a mi me contaron las malas lenguas que el dinero no tiene color ni ideología, y mucho menos religión, pero eso debe ser una herejía más de las que conforman mi torcida psique.
Ja, escribí sobre lo mismo esta mañana. Pobrecitos, no se los reconoce.
ResponderEliminarSnif.
Usted porque no leyó la Biblia, Dormi.
ResponderEliminarHay un pasaje en que Abraham sale a vender bonos de Babilonia y el Rey lo cruza para extorsionarlo con que se los tiene que pasar a él para evitar la especulación. Entonces un súbdito del profeta lo acusa de intervencionista y le anuncia que si se lanza -como dicen- Juan el Bautista (que por ahora es broker de Wall Tigres river) a las profecías van a conformar la UCDEufrates a fin de convencer a los ignorantes de aquellas latitudes, de las virtudes del libre mercado. Amén que Jesús vaya a cagar a fierrazos a los fariseos, que mas que librecambistas serían unos monetaristas del orto.
Y yo te diría que lo copió más bien de un librito famoso de un tal Adam Smith.
ResponderEliminarJavier:
ResponderEliminarAlcoyana Alcoyana. En un rato me paso por su Blog.
Si, no se los reconoce che...ja
Unfor:
ResponderEliminarPero claro.
¿Leyó esa parte en donde el coso ése que quería seguir a Jesús se puso a vender lo que tenía, pero lo puso en bonos del tesoro romano y especuló con activos tóxicos?
Es desopilante.
De Alguien:
ResponderEliminarSi señor. Ése si que es un profeta. Y su Papa fue Milton Friedman y el prefecto para la Doctrina de la Fe, Hayek.