Resulta que la novia de Macri, ¿vistes?, ha vuelto a la Argentina porque se fue a ñuyorcq a ver qué trapos se pone la gilada por allá. Y ni bien pisó la ciudad ahí nomás se mandó para el Alvear Palace Hotel para chuparse un té con masitas con sus amigas "solidarias".
Además Juliana llevó algunas sobras del tea party, que le envolvieron en la cocina esos morochitos vestidos de mozo, para agasajar a los costureros de sus talleres clandestinos, que pudieron así saborear un poco del glamur que con su esfuerzo ayudan a crear. Así sea. A eso se llama consenso, armonía y paz social. Chan chan.
Hablando de Mauricio, Dios (ése Dios) los cría y el viento los amontona.
Me hizo acordar a Susanita, cuando decía, Mafalda: organizaremos cenas de caridad, con salmón, caviar, para juntar harina y fideos que les gusta comer a los pobres....
ResponderEliminarMechyta:
ResponderEliminarSatamente. Es más, en la foto se les nota algo así como la naríz fruncida de sólo pensar en los pobres. Ni pensar en esos morochitos que le cosen la ropa...