miércoles, 27 de marzo de 2013

¿EN QUÉ SIGLO ERA QUE ESTÁBAMOS?

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¿En el XXI?

PÁGINA CELESTIAL DE LA BIBLIA ECONÓMICA ORTODOXA, Carta a los Crédulos, Cachanosky 1,14

"E Iván Cachanosky dijo a los crédulos..."
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"Es palabra de Friedman", "te alabamos señor" contestaron los crédulos.
Obsérvese que la perorata fue autorefutada por el autor.
¿Dónde? Lean che, no sean flojos.

PAVADA DE FANTASMING

En esto de aventar fantasmas, los muchachos se superan día a día.
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Me queda una duda: cuando dicen Chipre ¿se refieren al Chipre que nombran acá, acá y acá? ¿Si? Ah, mira vos. Hablando de "riesgo país"...
Anota: de ahora en adelante será un tópico comparar a Chipre con Argentina. Sépanlon...

martes, 26 de marzo de 2013

¿DÓNDE ESTÁ EL HUEVO DE LA SERPIENTE?

Por supuesto, los cinéfilos advertirán que el título de este post hace referencia a la película "El Huevo de la Serpiente" de Ingmar Bergman. En ese filme Bergman intenta responder la pregunta acerca del fermento social que favorece el surgimiento del nazismo en Alemania. La pregunta que sobrevuela las escenas es ¿dónde está el huevo de la serpiente? ¿En qué lugar, momento, circunstancias la mayoría de un pueblo como el alemán decide apoyar y elegir a Adolf Hitler y luego legitimar por acción u omisión sus actos, incluído el Holocausto?
Hannah Arendt ensaya una respuesta:
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"Cuando Arendt se pregunta qué tipo de mal está detrás de este horror, que tipo de maldad es la maldad de quienes participaron en él o de quienes lo permitieron, concluye que detrás de de ese mal ejercido no hay ni perversión, ni patologí­a ni tampoco razones ideológicas o convicciones morales, lo que hay en las mentes de aquellos hombres es más bien una ausencia de cualquier posibilidad de referencia a criterios de juicio, se trata de una "incapacidad de pensar" de una insensatez radical que afecta finalmente nuestra capacidad de juicio. El criminal del totalitarismo no es un monstruo ni un alienado, tampoco un loco, es simplemente alguien a tal punto superfluo que se ha vuelto incapaz de dar respuesta a una situación moral conflictiva desde su propio juicio. Es por eso que Arendt llama a este fenómeno banalidad del mal, o mejor del mal banal pues tras él no hay más que superficialidad. Este mismo concepto se opone al concepto moderno de "mal radical" que hace residir el mal en una incapacidad í­nsita a la naturaleza humana de conciliar el deseo de su inclinación sensible con el mandato de su máxima racional, tal impotencia serí­a natural al hombre y sólo se subsanarí­a con el progreso de su razón (Kant). En el caso de Arendt, es imposible pretender que el mal sea algo natural al hombre, consubstancial a su ser dual, caí­do o contradictorio, se trata más bien de que el mal atraviesa el divorcio entre una libertad no soberana y una irrecusable responsabilidad. El mal se cuela por entre las debilidades de la libertad y las impotencias del juicio. (Ver Essays in Understanding, 1930-1954, Eichmann in Jerusalem, Responsability and Judgment)"(Fuente)
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Estas conclusiones de Arendt son inquietantes. Y lo son porque dan por tierra con la teoría de los monstruos excepcionales que son capaces de cualquier cosa. Lo que existe, lo que está ahí, es el mal causado por "alguien a tal punto superfluo que se ha vuelto incapaz de dar respuesta a una situación moral conflictiva desde su propio juicio."
Cuando uno piensa en cosas como la UCEP, por ejemplo, o la xenofobia abierta y expuesta de la ultraderecha suiza, fenómenos ambos que concitan adhesiones, aparece el concepto anterior. Gentes que dificilmente puedan ejercer violencia bendicen su utilización porque son incapaces de responder a una situación moral conflictiva desde su propio juicio. En su propia insensatez radical anida el huevo de la serpiente. Justo en donde uno no buscaría o donde no sospecharíamos que está. Larvado, esperando una conjunción de circunstancias que le permitan prosperar y ser al fin, el terror que contiene como posibilidad agazapada.
No es otra cosa la solicitud constante de represión contra los inmigrantes, contra los "negros de mierda", contra "los zurdos", la justificación de las torturas policiales, el aplauso cerrado con ovación ad hoc cada vez que reprimen manifestantes, etc. No es otra cosa la legitimación de cualquier violencia posible que expresan los tranquilos ciudadanos de clase media en cualquier reunión social.
De estas reflexiones en voz alta quiero extraer dos conclusiones parciales e incompletas:
1.-El mal contiene una alta dosis de miedo a la libertad.
2.-El "sentido común", la "opinión pública" y otros conceptos acuñados por los medios masivos de comunicación contribuyen a crear las condiciones para que el huevo de la serpiente (que está ahí previo a todos estos esfuerzos) sea incubado con éxito.
No en vano en este blog intentamos señalar los desatinos (siendo nosotros mismos un gran desatino) que lanzan al ruedo medios, instituciones, personajes y otras aberraciones, porque esos desatinos intentan impedir que el sentido moral responda al mal cotidiano presente en las relaciones sociales de toda índole. 
También por eso tratamos, sin éxito como se ve, de proponer la reflexión, el pensamiento como acción, el análisis, para que el juicio silenciado por tanto grito de animador compulsivo o panelista sin argumentos, no obstruya la capacidad de pensar.
Nada más eso.
Humildemente. 

lunes, 25 de marzo de 2013

EN ESTE ASUNTO NO SE ADMITEN FLOTADORES

Una de las cosas que escuché viajando en tren, munido con uno de esos dispositivos que sirven para huir a un universo sonoro en donde no tengan efecto los apretujones del Roca, me puso en alerta roja. La benemérita revista "Para Ti" publicitaba com estridencia notable la apación de una "filosofía" que se difundía por las redes sociales y que "servía" para no se qué cuernos y además revestía características de delivery.
"Mira vos" pensé yo. Uno que tanto busca y busca sin demasiado éxito en los laberintos de la filosofía no puede menos que sorprenderse con la aparición de una "filosofía" que "sirva" y además, pueda ser desparramada por las redes sociales sin el engorroso trámite de leer pilas de libros, entenderlos y además, pensar en ello. Ni que hablar: al fatigar los senderos de la filosofía más que certezas lo que uno se consigue son dudas. Muchas dudas. Porque a cada paso, en cualquier encrucijada aparecen los interrogantes, las certezas dejan de ser tan sólidas. 
Y los muchachos estos batían el parche informando que una filosofía funciona, sirve para la vida cotidiana.
Un par de cosas, para los que tengan ganas de entrarle a la filosofía:
La filosofía no "sirve" en el sentido utilitario del término. No es un cupón de descuento o una entrada para el cine. Tampoco es un manual para arreglar bicicletas o corazones rotos. La filosofía es ante todo, una búsqueda porfiada de la verdad. Una búsqueda en la que, a veces y con viento a favor, aparecerán algunas respuestas, pocas. Pero son respuestas que solo "sirven" para seguir buscando.
Además, si de algo se precia la filosofía es de desconfiar de lo que aparece a simple vista, de lo que está ahí como dado. La reflexión filosófica disuelve el sentido común (si es que algo así existe) y confronta los postulados sobre los que el mundo se construye. Indaga detrás de la máscara aparente de las cosas, profundiza la mirada hasta desestabilizar lo que por afuera parece sólido. ¿Todavía piensan que "sirve" para la vida cotidiana?
Hay más: es cierto que todos pueden filosofar porque todos tenemos la posibilidad de reflexionar sobre nuestra existencia e intentar responder las preguntas que aluden al sentido, al origen, al motivo o no de esa existencia, sobre el ser en tanto acto y aparecer, etc. Pero para alcanzar determinados grados de reflexión hay que poner el culo en la silla y leer. Y además, entender. La filosofía también es adiestramiento en el sentido clásico del asunto. De lo simple a lo cada vez más complejo. No es que lees dos líneas de Ari Paluch o de Sri Sri Ravi Chantún y listo el pollo y depilada la gallina. De ninguna manera. Todos pueden, pero la filosofía requiere trabajo, estudio y perseverancia.
Pero, ¡ay!, estudiar filosofía no lo convierte a uno en filósofo. Quizás se acceda a la condición de erudito pero para que toda la lectura se transforme en filosofía además de estudiar lo que otros filósofos han conjeturado es necesario pensar e interrogar al mundo, y aún así tampoco hay garantías.
Calculo que, o yo no entiendo nada de filosofía (que no entiendo) o los de "Para Ti" están vendiendo algo muy distinto a una "filosofía".
Asi que doña, don: si se quieren meter en camisa de once varas, desechen la comodidad y, más que nada, esos pensamientos tan repetidos que multiplican al infinito el repertorio de lugares comunes y tírense de cabeza en la filosofía. No usen salvavidas, porque la filosofía no admite flotadores.

MIENTRAS TANTO...

Dos noticias que salieron pegaditas la portada on line de ayer en Inforburdo.
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¿Cosa del pasado?
A muchos la dictadura les duerme bajo la almohada.
Cada tanto la sacan a pasear y la dejan refocilarse.
Luego se dicen republicanos.
Dialoguistas.
Consensuadores.
No confrontadores.
Y un montón de mentiras más.
Acá y Acá las notas.

Y SI NO ME TIENEN FE

Mirá quién se alegra del Papa.
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Si. Él mismo.
El fundador del partido FE.
Pura coincidencia che.

domingo, 24 de marzo de 2013

LA ERA PARIÓ UN CORAZÓN

Publiqué esta nota en la revista Mavirock, el año pasado. La volví a leer y decidí que vale la pena publicarla de nuevo. En este caso en este humilde blog y con un pequeño epílogo necesario. Disculpen Uds. la autoreferencia.
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LA ERA PARIÓ UN CORAZÓN
Por Marcelo Daniel Fernández Olivares
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No me resultó fácil escribir este artículo. Para nada. Quería decir algo sobre el 24 de marzo de 1976, pensar en voz alta, explicar algunas cosas como una forma de explicarme a mi mismo lo que todavía no termino de entender. Pero me resultó imposible quitarme de en medio, restarme de esa época maldita y poner la distancia necesaria que se requiere para ser un buen cronista.
Por tanto, desistí de la pretensión de objetividad. Porque esos años están tan entrelazados con mi propia historia que no hay forma de hablar de ellos sin hablar de mi. Y cuando intento comprender esa historia, inevitablemente intento comprenderme a mi mismo, aunque no lo quiera, aunque el dolor sea el precio que tenga que pagar por ese atrevimiento.

Dolores de parto

Nací cronológicamente un 25 de marzo. 25 de marzo de 1968. El Che había muerto en Bolivia un año antes y el Mayo Francés estaba a la vuelta de la esquina (el 22 de marzo se había iniciado el movimiento que desataría la rebelión). El 16 de marzo de 1968, soldados de EE.UU. perpetraron en Vietnam la matanza de My Lai. En abril de ese mismo año asesinaron a Martin Luther King y en octubre tuvo lugar en México la Matanza de Tlatelolco.
En Argentina gobernaba el dictador Juan Carlos Onganía quien a fines de julio de 1966 decretó la intervención de las universidades nacionales, ordenando a la policía que reprimiera para expulsar a estudiantes y profesores. La destrucción alcanzó los laboratorios y bibliotecas de las altas casas de estudio y la adquisición más reciente y novedosa para la época: una computadora. A esto le siguió el éxodo de profesores e investigadores y la supresión de los centros de estudiantes. Una feroz persecución se desplegó hacia los militantes de izquierda en las facultades. Este hecho se conoció como "La Noche de los Bastones Largos". Fue el 29 de julio de 1966.(www.elortiba.org).
Algo de todo eso debe haberse grabado en mi subconsciente o quizás mi origen vasco haya sido el culpable de la tendencia a desconfiar de los que tienen la sartén por el mango, los que enarbolan el “palito de abollar ideologías” (Mafalda) dándole por la cabeza a todo aquel que se atreva a cuestionar la realidad tal como está.
Sin ánimo de brindar pistas a los buscadores de rebeldes, diré que esa intuición primera se reforzó con la lectura. Leer es despertarse, es el equivalente a tomar la pastilla roja de Matrix. No es que “sólo sé que no sé nada”, lo que uno sabe es que desconfía, porque descubre que la realidad no es lo que aparece a simple vista, que el Billiken trata de desviar la atención y que Anteojito más que anteojos tiene anteojeras.
Esas primeras búsquedas contaron con la complicidad de un pueblo en el que literalmente, no pasaba nada. Un lugar en donde el tiempo transcurría (aún transcurre) con parsimoniosa lentitud. Algunos miles de habitantes alejados de las grandes ciudades, entregados a sus menesteres, tratando de sobrevivir. Recibiendo los coletazos de cada crisis pero sin estar en medio del huracán. Creo que por eso pude hurgar con libertad entre los libros que me acompañaban, sin que ninguna censura de orden gubernamental empañara aquellos primeros acercamientos a la realidad.
Pero todo cambió cuando entré a “la secundaria”.

Los años del silencio

Para ir a la escuela secundaria viajaba 120 kilómetros por día. En mi pueblo trepaba a un colectivo que depositaba mi humanidad en la ciudad más cercana. Ahí concurría a las aulas de una colegio prestigioso e imponente. De acuerdo a la moda (castrense) imperante era imprescindible portar el uniforme reglamentario. Además el pelo de la nuca no debía tocar el cuello de la camisa y los zapatos tenían que brillar como espejos. En la solapa portábamos el distintivo de la institución. La falta de alguno de éstos elementos acarreaba sanciones que se incrementaban con la reincidencia.
Comencé primer año en 1980 y terminé en 1984. O sea, arranqué en plena dictadura y terminé con la democracia fresquita y balbuceante. Acostumbrado como estaba a leer a todos los autores que se me ocurriera (y que mi madre accediera a comprar dado que no era un ente autárquico) tuve mis primeros encontronazos con la realidad al descubrir que los libros que analizaban la “literatura universal, hispanoamericana y argentina” no mencionaban casi a ninguno de los autores que yo había leído. Quizás lo que yo devoraba no era literatura seria y aquellos señores castizos y rebuscados sí lo eran.
También, al repasar el libro de historia de Alfredo Drago (texto obligatorio para todos los años) descubrí que me faltaban protagonistas o que la historia que yo conocía sobre muchos de ellos difería de la que el señor Drago me contaba sin lujo de detalles. No entendía la razón de esos olvidos. Sobre todo porque, sin esos protagonistas obviados, eludidos, la cosa se ponía aburrida. Ya no era un relato de tipos de carne y hueso sino la cronología del nacimiento de un busto de bronce con gesto amenazador.
Lo mismo pasó con geografía, materia en donde había sido aleccionado por Salgari y Verne y que, en manos de Alemán y López Raffo (los autores del libro obligatorio) se volvía aburrida, estática, sin relación con eso que transcurría allá afuera y que algunos optimistas denominan vida. Como estaba en primer año supuse que eso era la cultura académica de la que se quejaba Miguel Cané en Juvenilia. De todas formas me mantuve expectante porque suponía que una vez pagado el derecho de piso alguien me abriría las puertas del conocimiento. La fama cuesta, decían en la serie del mismo nombre. Pero las puertas permanecían cerradas, herméticamente. Y no se veía luz alguna filtrándose por las rendijas. Hasta que la casualidad me salió al encuentro.

Despertares

Un día que no voy a olvidar más, un compañero de curso trajo de contrabando un libro. Un libro que fue una bisagra y que nos dejó, a mi y a un par de curiosos como yo, con la boca abierta. El ejemplar tenía en su tapa un título provocador: “Manual de Zonceras Argentinas” y su autor era Arturo Jauretche. El audaz adolescente vio una caja sospechosa escondida en la biblioteca de sus padres y encontró ahí, tapado con diarios, el libro. Un libro que leí con fervor, con el entusiasmo de quien por fin abre los ojos y comienza a ver. En ese libro me enteré (más bien confirmé) que nos estaban vendiendo gato por liebre, que gran parte de las verdades que propalaba la historia oficial eran, lisa y llanamente, mentiras que con el paso de los años y los actos escolares habíamos naturalizado.
De esa misma caja prodigiosa salieron también los cinco tomos de “Revolución y Contrarrevolución en Argentina” de Jorge Abelardo Ramos, “El hombre que está solo y espera” de Raúl Scalabrini Ortíz, “Las Venas Abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano y varios más. Me enteré que existía un tipo que se llamaba Marx y que con su amigo Engels habían escrito el “Manifiesto del Partido Comunista”. Conocí también al Che Guevara, mil veces ocultado, un nombre que no debía pronunciarse. Encontré a Mariátegui, a un Sartre desconocido, a un tipo que hablaba de aparatos ideológicos de estado llamado Louis Althusser. Transité páginas que a veces aprehendía y a veces no, pero que traían luz, una claridad que llegaba como un soplo de aire fresco.
Y comprendí por fin la época de oscuridad en la que estábamos metidos. Y fue el fin de la inocencia.
Por fin entendí porque varios alumnos de los últimos años dejaban de venir de un día para el otro, porqué en los equipos deportivos de básquet y volley había cambios de último momento cuando alguno no aparecía por varios días y nadie preguntaba nada y la mayoría simulaba una normalidad artificial. Entendí la razón de esos libros de texto tan anodinos y recortados con los que trataban de sepultar la memoria.
Y tuve miedo. Con trece años tuve un miedo feroz. Porque advertí que animándome a mirar del otro lado del espejo arriesgaba algo más que una noche de insomnio. Pero ya no había retorno, y tampoco quería volver, dicho sea de paso. Por lo que seguí arriesgando el lomo para descubrir lo que nadie nos contaba. Por suerte, para mi y para el país, la dictadura comenzaba a desmoronarse y muchos controles se aflojaron. Pudimos escuchar a León Gieco y a un desconocido que decía “para el pueblo lo que es del pueblo”. Pero no éramos demasiados. El resto, la mayoría, estaba hipnotizado por ese valhalla fantasmagórico que prometía el consumo: la obra de ingeniería social que los dictadores habían ejecutado daba sus frutos. Los lazos de solidaridad, de trabajo colectivo, la sensibilidad social que empujaron a una generación a trabajar por una sociedad mejor habían sido pisoteados y en nuestras filas predominaba un egoísmo ciego, que perseguía la satisfacción individual a cualquier precio. De esa enfermedad recién hemos empezado a curarnos.
En fin.
Perdí amigos que se esfumaron de la noche a la mañana, entre ellos una muy querida amiga que tenía alma de artista.
Perdí la fe en las instituciones religiosas.
Perdí la confianza en las instituciones de cualquier tipo (confianza que desde siempre estoy tratando de reconstruir).
Perdí la capacidad de dormir como un tronco. Porque las imágenes del horror volvían una y otra vez.
Dejé atrás los mitos que me contaron y asumí la dolorosa tarea de revisar las certezas que hasta ese momento me habían guiado.
Dejé también de pensar en mi cumpleaños, porque yo cumplía el 25 de marzo y un día antes era 24 y todo lo que me quedaba en el alma la jornada siguiente era dolor. No tenía ganas de reír ni festejar.
Llegó la democracia en 1983.
En 1984 otro libro, el “Nunca Más” confirmó la dimensión del espanto.
Lloré cuando un tribunal sentenció a los comandantes.
Lloré cuando un sátrapa sin escrúpulos los absolvió regalándoles una amnistía que no merecían ni merecen.
La justicia se escapaba. Pese a los esfuerzos de muchas personas los genocidas seguían andando por ahí con la frente en alto, reivindicando sus acciones. Además, también estaba la indiferencia. Otro resultado buscado por la dictadura que también cuajaba en las nuevas generaciones.
De eso también, por suerte, nos estamos recuperando.
Llegó la justicia. Los asesinos que torturaban en nombre de dios comenzaron a perder la impunidad. Sus pasos abandonaron la soberbia y en sus caras el gesto de autoritaria superioridad cayó bajo el peso de la ley.
Y hace algunos años pude empezar a reconciliarme con el pasado. No es que crea en esos pedidos hipócritas de los genocidas y sus simpatizantes solicitando consenso y olvido. Perdón. Como si el perdón fuese un producto que sale de una máquina poniendo una moneda y apretando un botón. No es esa reconciliación de la que hablo. Me refiero a terminar de entender y aceptar que estaba vivo y que esa vida era un triunfo sobre la muerte de aquellos años.
Deje que mis muertos, los muertos que siguen naciendo (como dice Galeano del Che) pudieran descansar de tanto llanto.
Se equivocan los que dicen que tener memoria es mirar siempre al pasado, observar el futuro con la nuca. Nada está más lejos de la verdad. La memoria permite conjeturar el futuro y decidir el presente. No es un lastre, es una guía. No nos aferramos al pasado, construimos con lucidez sabiendo quiénes somos y sobre todo, quiénes no somos ni queremos ser. Claro que eso sigue molestando porque nada es más peligroso que un pueblo con memoria.
Cada tanto me despierto sobresaltado. Algunos monstruos de aquellos años han transitado mis sueños. Entonces recuerdo que, como dice la canción de Serú Girán hay que encender los candiles porque los brujos piensan en volver a nublarnos el camino.
En eso estamos, encendiendo candiles.
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Epílogo:
Esta pequeña crónica tiene un año de antigüedad. Algunas cosas han pasado que vale la pena recordar- Anteayer condenaron a varios asesinos de la dictadura en Mendoza por lo que la justicia se anotó un pequeño poroto.
También fueron condenados a lo largo de un años varios otros genocidas de la dictadura en todo el país.
Pero José Alfredo Martínez de Hoz se murió sin terminar de pagar sus culpas, la mano civil que fogoneó y sostuvo a los dictadores aún permanece impune (claro que Blaquier es un avance).
Pero lo peor, ahora hay un papa de nacionalidad argentina y, a caballo de un catolicismo atávico, un montón de sujetos han decidido que es mejor olvidar. ¿Por qué lo digo? Porque si Bergoglio no colaboró con la dictadura al menos pecó de omisión. Pero esa omisión será sepultada paulatinamente debajo de razones diplomáticas o de estado.
Yo no tengo dudas ni medias tintas: la iglesia católica colaboró con la dictadura y Bergoglio estaba dentro de esa jerarquía. Y no dijo nada. Y si lo dijo esa declaración permaneció en el ámbito privado cuando hacía falta hablar, gritar a toda voz lo que pasaba.
Pero además Bergoglio confirmó su calaña cuando, en plena represión durante del 19 y 20 de diciembre de 2001 llamó a Mathov y le pidió que distinguiera entre activistas y simples ahorristas. Indicar que en su lógica prima el "algo habrán hecho" sería redundante.
Lo peor son los aplausos que legitiman esas acciones.
Lo peor son las sonrisas de satisfacción chovinista que, en pos de un supuesto orgullo nacional, han decidido olvidar y cubrir con un manto de palabras esplendorosas los crímenes de la dictadura y sus cómplices.
Cada 24 de marzo siento que algo mejor estamos.
Cada 24 de marzo siento que todavía falta mucho.
Por eso sigo acá, jodiendo hasta perder el resuello.     

sábado, 23 de marzo de 2013

Y QUE DIOS ELIJA A LOS SUYOS

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¿Dónde escuché ésto antes?
¡Ahhh! Acá
Se repiten, se copian y pegan.
No son originales.
Son recetas ya conocidas y aplicadas
Que dieron los resultados que ¿todos? recuerdan
No fue hace doscientos años.
Fue hace 12 años.
¿Se acuerda Doña Rosa?
Hay algunos boludos que todavía les creen.

NO CONFUNDIR

Yo que nosotros, en pleno ataque de atavismo católico, pararía la pelota, hoy sábado, y me leería esta nota con una atención inédita. Porque los patitos hay que ponerlos en fila antes de que nos agarre un ataque místico que haga que se pongan a volar las iglesias que si las hay las hay.
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viernes, 22 de marzo de 2013

LA HARINA DE HACER FORTUNAS

"Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás" decía Quino que decía Mafalda. Y tiene una razón tan abrumadora que ni te cuento. 
Ponele, "Nike eleva sus ganancias en un 54 %", ahí tenés la fortuna y acá está la harina con la que se incrementan las ganancias y acá hay más ingredientes, para comprender por dónde viene la mano y de qué color son los milagros que a unos ponen sonrisas y a otros, miseria.

BOLSA DE GATOS

Volvamos a lo nuestro.
El otro día pedía la existencia de una oposición seria, con ideas, propuestas, rumbo sólido y más que nada, prospectiva. Que informe con claridad qué es lo que quiere y cómo piensa hacerlo.
Bueno, parece que tendré que conseguirme un sillón cómodo y una cantidad importante de provisiones. Para esperar sentado bastante tiempo.
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¿A ésto le llaman "nueva política"? ¿Son los citados un ejemplo de diálogo y consenso? Recuerdo que todos los que aparecen en la foto y los que va a buscar Macri paralizaron el país intentando no pagar un mango de lo que el país les permite obtener. ¿Melconian es nueva política? Peor ¿a Melconian se le ha escuchado alguna idea que sea propia y no el catecismo de la ortodoxia neoliberal? ¿Montenegro es un paladín de la democracia?
Parece que tendré que resignarme a que no haya oposición, porque no están a la altura de las circunstancias muchachos. No hacen lo que declaman, no son lo que postulan ser. Son este rejunte de espantajos que procuran convercernos de las virtudes que no tienen escondiendo las intenciones que les asoman como los zapatos demasiado lustrados de los cobanis de civil en las manifestaciones.

PIDO GANCHO

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Hace dos años inciaba la carrera más apasionante y ardua que encaré en la vida. No, no es física teórica ni ingeniería aeroespacial. No no.
Hace dos años ingresé, de la mano de mi hijo, en la carrera de padre. Tiene una particularidad este trayecto, como gustan decir los pedagogos: dura toda la existencia, desde que uno entra al ruedo hasta el último suspiro que se le escape del cuerpo.
Y la otra cuestión es que jamás te dan el título, siempre estás aprendiendo a ser padre sin terminar nunca de aprender. Más aprendés, más tenés que aprender. Créanme, no hay padres cancheros. Los padres por definición, sienten todos los días en la zapan las famosas mariposas que los artistas dicen tener cuando están por estrenar algo.
Hay más, como para asustar o entusiasmar a los que no son padres: la condición de padre es irrenunciable una vez que accedés a ella. Le podés hacer honor o no, ponerle ganas o no, huir o arropar a tu hijo todas la noches hasta que te lo permita, pero siempre vas a ser el padre. Claro, me dirán, pero dijiste que a ser padre se aprende. Claro diré yo, se aprende, pero por una extraña y cotidiana razón sos padre desde que tu hijo es, o sea, algo distinto de vos pero que proviene de vos y en algún punto es como si fueras vos, pero tendrás que aprender que no lo es y que tiene un camino para recorrer y ahí debería estar tu mano para acompañar la aventura. Pero sos el padre. Te lo va a gritar la sangre desde que esté ahí frente a vos como alguien que estira su mano y te aprieta un dedo (reflejo prensil, dicen, ma qué reflejo digo yo, lanzamos al pibe al mundo, y se agarra para que lo guíen en ese incomprensible paralelepípedo extraño que se le vino encima).
Decía, hace dos años que me cabe el mote de "padre". No es como decía Mafalda, que la madre y el hijo se reciben el mismo día. Ese día es nada más que el comienzo.

jueves, 21 de marzo de 2013

SIGUEN LOS EXITOS

No sé quién dijo ni donde que "no es lo mismo un pobre en España que en Argentina, no me va a comparar Doña Rosa". Seguro, alguno de los lectores podrá refrescarme la memoria que a mi, por viejo y salame, me falla y bastante:
Hoy me acordé de esa petición de principio (que comparte mucha "gente" por ahí) al leer este artículo. Y pensé que podría refutar con solvencia esos dichos. Pero luego pensé que, en realidad, los que dicen "este país de mierda" son a prueba de pruebas, impermeables a las evidencias, inmunizados por su anhelo de extranjería.
Asi que mejor, no me gasto las dos únicas neuronas que este fin de año me está dejando en discutir con irreductibles.

CARTA DE RECOMENDACIÓN


Lo que no se sabe es si Duhalde quiere que Danielito sea presidente o le quiere cagar la carrera: "No es un pusilánime como muchos creen" dice El Bañero y cree darle una mano (uy, perdón) a Scioli. Pobre. Danielito digo. Ya se sabe que no se puede nadar con éxito usando un salvavidas de piedra, ya que hablamos de bañeros.
Gracias por el favor Don Duhalde. Siga recomendándolo al Daniel, de esa forma nos aseguraremos que el citado jamás ocupe la famosa poltrona de Rivadavia. Gracias muchas Edu.

miércoles, 20 de marzo de 2013

TARDE O TEMPRANO IBAN A APARECER

PD:
Debido al ataque de neochovinismo católico que se ha apoderado de una nada despreciable porción de la población argentina, seguro aparecerán los carteles indicando que hay una campaña antiargentina y cosas por el estilo. Esto también anotalo.

¿NUEVO AMANECER?

Más que Operación Nuevo Amanecer, podríamos usar el nombre que Rodolfo Walsh le puso a su libro sobre los fusilamientos de José León Suárez: Operación Masacre.
Eso es lo que ha sido la invasión a Irak. Eso es lo que han sido las invasiones que EE.UU. ha lanzado sobre los países que tuvieron la espantosa suerte de ser elegidos como blancos de sus "intentos liberadores", de su dudosa democracia, de su prepotencia y apetito económico.
Es eso lo que pretenden hacer en Irán y en cuanto territorio consideren, les pueda servir para perpetuar su hegemonía. Con la ayuda de sus inestimables amigos, los de adentro y los de afuera.
No hay que perder de vista en dónde está el enemigo. Sería un enorme error.

martes, 19 de marzo de 2013

DE PRIMERA MANO

Disculpen que les estorbe el festejo, pero siempre, como dicen las malas lenguas, es bueno escuchar todas las campanas, mucho más si estamos parlando del new pope y el que aporta muchos y varios datos es el hermano de Orlando Yorio, Rodolfo Yorio.
Yo que nosotros lo leería con atención. Mucho más si Ud. es de los que está festejando el campeonato de Francisco.

ALCOYANA ALCOYANA

Nada más apropiado: que un tipo que participó en un comercial de un blanqueador con entusiasmo humanitario sin igual, cante en la fiesta (vigilia, perdón) de la asunción del jefe de los blanqueadores, con el mismo entusiasmo inigualable. Alcoyana Alcoyana.

UN HOMBRE PIADOSO

Ahora que tenemos papa nuevo, es bueno que destaquemos sus virtudes: por ejemplo, su piedad. Mirá este ejemplo de ternura:
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Quien descubrió esta perlita piadosa fue Don Juan Pablo Zupan, al que agradecemos y brindamos nuestras bendiciones en el nombre de Tutatis.

lunes, 18 de marzo de 2013

¿CUÁNDO CAMBIAMOS EL CASSETTE MUCHACHOS?

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-."Los paí­ses deben acometer una serie de reformas estructurales que pasan por una nueva regulación del mercado laboral"
-."Los expertos del BID advierten sobre la necesidad de que se modere el gasto público. Suponiendo que las presiones inflacionarias se mantengan bajo control, el organismo recomienda una combinación de políticas que contemple una polí­tica fiscal más estricta y una política monetaria más flexible"
...
Si si. Más de lo mismo. Aunque en esta ocasión la bipolaridad de los pibes del BID hace que hablen de crecimiento y control del "gasto público", aunque las evidencias empíricas, España por ejemplo, pero también Chipre y su corralito, entre otras, desmientan esa combinación que no da por resultado crecimiento y mayor empleo sino todo lo contrario.
Pero bueno, con los friedmaníacos no se puede razonar.

EL DEPORTIVO CHOVINISTA GANÓ POR GOLEADA

Desde que salió Jorge Bergoglio al balcón de la Plaza San Pedro convertido en Francisco, el Papa de tutti los católicos, he corroborado a mi alrededor toda una serie de reacciones que me desconciertan. Por ejemplo, un abrumado racionalista que insiste en pensar a la manera tradicional informó que en su trabajo, cuando avisaron que el nuevo papa era argentino, la mayoría prorrumpió en aplausos y vítores.
Ese mismo día, a bordo del benemérito tren que me traslada desde el trabajo a casa, escuché a muchas personas diciendo que sentían orgullo de que el papa fuera argentino, que eso demostraba que éramos un pueblo capaz, etc., etc.
Al día siguiente de la elección vi aparecer en muchos lugares carteles alusivos al papa argentino, con el mismo tenor de quien se alegra por algún logro nacional obtenido, de preferencia deportivo.
Hoy mismo pude observar cómo las personas que están ahí en la plaza San Pedro cantaban "¡Argentina, Argentina, Argentina"!
Luego de verificar todas estas reacciones y un montón más que sería tedioso enumerar puedo decir que el chovinismo que siempre está (como el sol) ha ganado la partida en torno a este tema, a la elección del Papa. Sin ánimo de desinflar alegrías u opacar entusiasmos, debo decir que ante todo, el Papa es católico. Lo que es un dato no menor. Lo seleccionan por católico y no por argentino. Con lo cual deberíamos desistir de cierto orgullo ingénuo que indica que la condición de argentino fue decisiva para nombrar Papa a Bergoglio (podríamos analizar el tenor geopolítico de la elección, pero es un tema bien distinto y profundamente racional).
Tampoco la llegada al papado de Bergoglio implica el reconocimiento a las virtudes de un pueblo en general. En todo caso es un reconocimiento a las virtudes (las que los cardenales consideran tal) de Bergoglio. Que Bergoglio sea argentino es tan importante como que milite entre los fanáticos de San Lorenzo, o sea, no tiene peso alguno o si lo tiene viene en yunta con otro tipo de consideraciones (léase cuestiones políticas, económicas, etc., que están pero pertenecen al terrero de los cálculos y probabilidades y no al del entusiasmo).
Por todo lo anterior, festejar la elección de Bergoglio como si fuera un campeonato del mundo o el triunfo de la raza argentina es un error, una actitud patética y ya que estamos, ingénua.
Los católicos argentinos tienen derecho a alegrarse porque, de una u otra forma, Bergoglio es el producto de una iglesia en general y en particular y los méritos que le reconoce la jerarquía católica fueron desplegados dentro de esa iglesia.
Pero gritar "¡Argentina, Argentina!" es más que demasiado.
Más que todo porque yo, que también soy argentino, no me alegro en absoluto, por lo que proferir el todismo "¡Argentina, Argentina"! es incorrecto.
...
PD:
Ahora que la onda es mirar un poco para otro lado ya que Jorge es Papa diré que incluso puedo dejar en stand by la investigación sobre las hazañas de Pancho durante la dictadura. Hasta comprobar, perdón, confirmar lo que ya se ha dicho (estuvo pícaro Lorenzetti al informar sobre los vínculos de Pancho y la dictadura, no dijo que era inocente sino que había que respetar el principio de inocencia y que no hay ninguna imputación concreta, no que no tenía vínculos con la dictadura como titulan varios medios) extendería un manto de duda.
Pongámosle que esperamos a que algo se aclare en ese punto.
Sin recurrir a lo anterior, las palabras actuales, muy actuales de Franciso alcanzan para criticarlo y cuidarse de sus iniciativas como de mearse en la cama. Solo necesita uno conocer su pensamiento para saber que es un tipo de cuidado.

sábado, 16 de marzo de 2013

FRANCISCO BERGOGLIO ES ZURDO

Si si señores.
¿No me creen?
Por fin un Papa Zurdo che.
¡Que alegría que alegría, olé olé olá!
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El aporte de la página citada es de Don Gringo Viejo. En este pequeño y emotivo acto procedemos a agradecerle, entregándole dos tomos de las obras completas de Monseñor Aguer. No me agradezca Gringo, lo hago de corazón.

viernes, 15 de marzo de 2013

LO DICEN ELLOS, QUE NO SON ZURDOS

Ante la insistente campaña de desmentidas emprendida por El Vaticano acerca de la naturaleza de las acciones de Pancho The Pope durante la última dictadura cívico militar, nos hemos visto en la necesidad de recurrir a otras fuentes.
Estas fuentes, como podrán comprobar, no pueden ser sospechadas de zurdas, laicistas, rojas u otra denominación ad hoc. Por tanto lo que se desprenda de sus dichos no obedece a ninguna campaña izquierdista contra Francisquito.
Aclarado lo anterior, paso a copypastear la declaración que me interesa:
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"Llegó a ser provincial de su orden de 1973 a 1980, periodo en el que se opuso a la teología de la liberación."
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Clarito como el water. Después, cuando señalemos que Don Jorgito estuvo en lucha contra la Teología de la Liberación recuerden que el dato fue refrendado por los pibes éstos, y que el momento en que desplegó esa peleita abarcó desde 1973 a 1980. Lindo momento para tener algunos aliados que yo conozco.
Si yo fuera desconfiado, que no lo soy, diría "Qué coindicencia che". Pero no lo voy a decir para que no me tachen de aguafiestas y que les ando jorobando el festejo del campeonato papal.
Además esto sirve para que no joroben con lo de la campaña anti-papa. Psssssttt.

INFORME CIENTÍFICO HACIA EL MAÑANA, O CASI...

¿Querías ciencia?
Tomá:
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"-.Segundo, si las medidas económicas ochentistas que tarde o temprano deberá anunciar el Gobierno para enfrentar la persistente parálisis de la actividad producto de la inflación y el control de cambios, se lanzarán antes o después de las elecciones."
-."Cabe suponer, atento a la fuerte caí­da de imagen de la Presidenta desde que ganó en 2011 con 54%, que si se mantiene el actual rumbo sin cambios, profundizando el estatismo, la emisión monetaria, el déficit fiscal, la inflación creciente, los controles y la prohibición del dólar; el humor social irá empeorando hacia la Primavera. Ni hablar del clima en los principales centros urbanos con la inseguridad alarmante y el caos cada vez más frecuente con ingredientes de graví­sima violencia polí­tica desatada en los distritos menos afines a la Casa Rosada."
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Considérense al efecto de analizar los párrafos anteriores la entidad de las peticiones de principio (o sea, dar por sentado algo porque a mi se me ocurre), los conceptos vaporosos convertidos en afirmaciones indubitables, y una posición económica ortodoxa que se describe a sí misma como la única salida.
Todo esto como premisas de una hipótesis que habla por si misma: "Empresas más tranquilas por números que inhabilitan re-re de Cristina". Título que muestra que jamás habrá una burguesía nacional, porque el burgués es ante todo, primero que nada y siempre, burgués. Incluso los que no tienen un mango para llevar a la práctica la cosa pero cuentan con la mentalidad medio pelo propia de esos sectores, lo que es un poquito peor si se puede empeorar lo presente.
Digo, si una porción de medidas reformistas los ponen así no me imagino cómo reaccionarían si se profundizara el rumbo con decisión y sin anestesia.
Hay más "investigación" en el artículo, pero aviso que se necesita un estómago fuerte y una imaginación dispuesta a todo para leerlo completo.

jueves, 14 de marzo de 2013

DE ESO SE TRATA

Si alguien tenía alguna duda sobre cómo viene la hand con Don Pancho, este articulete le sacará (si es que la usa) la venda de los ojos.
Resumo: la oposición considera que ahora tiene un aliado más que poderoso que cuenta con un "público" mucho mayor y una legitimidad a priori que les servirá a la hora de confrontar con el gobierno nacional. Pueden disimular sus intenciones con argumentos piadosos pero se les nota en el rictus que ostentan un gesto victorioso desde el anuncio de Bergoglio como nuevo Papa.
Un gesto que hoy he visto repetido en los rostros de cada personaje de la oposición, incluso en aquellos que por principio deberían discrepar con Panchito.
Pero hay algo más importante para mi que la aparición de Francisco Cuervo en el día de hoy.
El 14 de marzo de 1883 moría Karl Marx. El pensador maldito, combatido, denostado, considerado obsoleto, superado, refutado en miles de oportunidades sin éxito, cuyas punzantes razones siguen incomodando a más de uno. El tipo que vuelve una y otra vez a caballo de sus argumentos, que no han perdido fuerza, proponiendo en voz alta la imprescindible Tesis XI sobre Feuerbach: "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo". Y hoy es un día muy a propósito para repetirla una y otra vez, contemplando a los príncipes de la iglesia que se comportan como los filósofos descriptos por Marx.
De lo que se trata es de transformar el mundo. Ni más ni menos.
Quedan para otro día las discusiones acerca de los marxistas ortodoxos (que no son marxistas en absoluto), sobre la transformación de El Capital en un libro de recetas como el de Doña Petrona C. de Gandulfo, sobre la entidad del "socialismo real" (como si el capitalismo existente se ajustara a la descripción que hace de sí mismo).
Marx, a pesar de los profetas del mercado, sigue naciendo. Otro más de los que nacen todo el tiempo.
Porque una cosa es un comerciante de almas y otra muy distinta un tipo con las patas firmemente asentadas sobre la tierra que entendía que el infierno está entre nosotros y que la única manera de que los últimos sean los primeros es tomar el toro por las astas y crear las condiciones que lo permitan.
Una diferencia sustancial con aquellos que, desde hace siglos, vienen pregonando que las cosas son como son y hay que conformarse.

BLANCO SOBRE NEGRO

Si esto no es bajarse los pantalones hasta los tobillos, no sé qué podría ser. ¿Una pista?
Las evidencias a continuación:
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-."La polí­tica de reindustrialización y de sustitución de importaciones aplicada por Argentina continúa y perjudica las importaciones".
-."En Argentina, es inquietante constatar que el gobierno ha intervenido activamente en los últimos años para que ciertas industrias y sectores de actividad aumenten el contenido local en su proceso de producción"
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Entrando a la nota podrán constatar más confesiones de parte. Una cosita, ya que estamos a tiro de teclado: todos los iluminados que critican la política del gobierno en cuanto a comercio exterior, industria, importación y exportación deberían leer la nota de marras con mucha, pero mucha atención. Para que comprendan de una buena vez por todas en qué consiste la liberal preocupación de la Unión Europea y la necesidad de defender el mercado interno, la industria y la exportación local.
Y no lo decimos nosotros, ya que somos sospechosos de zurdismo, aislacionismo, proteccionismo, y todos los ismos que deseen añadir a su carrito de compras. Lo dice la UE que certifica cuál es el efecto de las medidas que se toman en Argentina, indicando con desparpajo que el incipiente desarrollo industrial y la sustitución de importaciones los perjudica.
¿Comprendido señores ortodoxos?
¿Entienden ahora cuáles son las intenciones de los civilizados países del primer mundo?
¿Está meridianamente clara la necesidad de proteger al país de la depredación de, por ejemplo, la UE, cuya única intención es salir de la crisis que ellos mismos fogonearon vendiendo en los países periféricos que a cambio no deberían tener ningún tipo de desarrollo?
¿Se pudo apreciar para qué existe la OCDE?
Si no lo entendieron les hago un planito que entregaré antes de asentarles en la nalga derecha una buena patada higiénica.

AGRANDADOS, LOS JESUITAS YA FUNDARON SU PROPIA IGLESIA

Sería deseable que, al menos por esta vez, los canales serios se tomaran el trabajo de goglear (como mínimo) los términos que piensan usar en una cobertura y de los que evidentemente no tienen idea. Nadie les pida que sean Rubén Dri, ni que se transformen de la noche a la mañana en especialistas en cuestiones religiosas, pero al menos tenés que saber las cosas básicas, las elementales, porque si no derrapamos así.
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Queridos amigos de TN: Los Jesuitas no son una iglesia, son una Orden dentro de la iglesia católica. Cosa que cualquiera puede comprobar metiendo los deditos en google y buscando "Jesuitas". Encontrará por ejemplo este artículo de Wiskipedia en donde se explica el asunto.
No es tan complicado ¿o si? Si estas son las precisiones que brindan con un tema tan elemental como la distinción entre una iglesia y una orden dentro de esa iglesia no me quiero imaginar el rigor con que abordan otros temas. Mamita querida.

miércoles, 13 de marzo de 2013

COHERENCIA

Elegir a Bergoglio como Papa es, por parte de la Iglesia Católica, un acto de coherencia. Coherencia con el rumbo tomado desde el pontificado de Juan Pablo II. Rumbo que mantuvo y profundizó Benedicto XVI. ¿Qué otra cosa iban a hacer? Es, que no quepa duda, el triunfo de los conservadores y reaccionarios que son multitud en el seno de la jerarquía católica. Recordemos que, como hemos señalado en este blog, habìa doce cardenales en una lista de sacerdotes que habían encubierto casos de pedofilia en sus propios feudos.
Bergoglio, más allá de su obvia adscripción polìtica (cercano al macrismo tal como lo ha demostrado una y otra vez) sostiene y mantiene el retorno del catolicismo a posturas preconciliares. Razón por la cual ha denostado cualquier ley que contradiga el neo-oscurantismo medieval de la iglesia católica.
Ya lo han dicho otros amigos en sus blogs: Bergoglio está bajo la fuerte sospecha de haber colaborado con la última dictadura cívico-militar. Esta elección legitima esa colaboración, le da una cobertura que Bergoglio no merece pero que sus pares siempre están dispuestos a brindar a aquellos que son de su corporación.
Para el mundo ha nacido un Papa. Para nosotros acá y en muchos lugares de Argentina seguirá siendo Jorge Bergoglio. Y no nos olvidaremos ni una sola coma de sus hazañas pasadas, presentes y ya que estamos, futuras.

ELLA ESPERA MALHERIDA, PROHIBIDA O SEPULTADA, A QUE VENGA EL SEÑOR TIEMPO Y LE ILUMINE OTRA VEZ EL ALMA

Me gustaría dejar de ocuparme de la ¿administración? Macri. Sería un gran placer para mi no tener motivos para criticarlo, para desmenuzar sus intenciones y ¿actos? de gobierno. Pero no parece que vaya a poder abandonar el asunto. Porque cada día tengo nuevos motivos para deplorar lo que el PRO con Macri ¿a la cabeza? está haciendo en CABA. Más que nada porque yo, que provengo de Mendoza, me vine para estos lares enamorado de la ciudad de Buenos Aires. Y el motivo central de ese amor era la cultura que fluía por todas partes, tratando de encontrar nuevas formas de expresión, renovando con fervor las manifestaciones clásicas de la música, la pintura y la danza, aventurándose en el territorio de las mixturas, acariciando con su pátina de trascendencia los muros que de otra forma serían grises y monótonos.
Recuerdo mi entusiasmo recorriendo esas librerías que uno no sabe si alguna vez cierran, en donde conviven Arturo Uslar Pietri, Ciro Alegría, Juan Filloy, Platón y Discépolo. Una ciudad que a pesar de su dureza y crueldad se preciaba de poseer un sentido estético entrenado en mil batallas. La ciudad del Instituto Di Tella, del Alvear, del Centro Cultural General San Martín, del Teatro San Martín. Teatro en donde me desayuné con enormes películas de países inesperados, aprecié obras de teatro que cambiaron la mirada que tenía sobre el género, degusté exposiciones de fotografía que mostraban lo que nunca había visto.
La antesala para ir al ciclo Jazzología ahí atrás en el Centro Cultural. Tantas y hermosas cosas.
Una cultura que (percibida como un valor agregado enorme) las administraciones sucesivas de la ciudad habían respetado y, con buen criterio, muchas veces estimulado. Porque entendían que el hervidero cultural le daba a Buenos Aires un signo característico, cuasi inimitable. Podremos discutir sobre la falta de controles, las condiciones edilicias de algunas salas o teatros, etc. Pero no sobre la preponderancia del movimiento cultural que invadía Buenos Aires buscando un lugarcito al sol o en la consideración de los espectadores.
Todo eso cambió con el PRO. La cultura en la administración Macri está mucho más que última. La única cultura que importa es la que se puede vender. Si no se puede vender y obtener rédito inmediato no vale la pena. Los espacios conquistados por los artistas son fungibles porque son "un gasto", porque ocupan predios que podrían dar lugar a buenos negocios inmobiliarios, porque a quién carajo le importa un centro cultural que tiene talleres de pintura, teatro, cine, etc. excepto a los que no pueden pagar para aprender. A quién mierda le importa.
Al PRO no. Sin duda no le interesa. Mediada por esa concepción de cultura, que además contiene la partícula elitista del asunto (si quieren cultura páguenla) el PRO arrasó con el Teatro Colón. Destruyó su arquitectura original, reventó pisos, "olvidó" el archivo histórico que se está consumiendo en el olvido en algún galpón lleno de polillas, combatió a los artistas, convirtió al programa de conciertos en una tertulia para los copetudos de Barrio Parque, etc.
De la misma forma destruyó el Teatro San Martín abandonándolo, quitándole recursos, despidiendo artistas, en fin, colocando a la cultura en el lugar en donde el PRO cree que debe estar. Ese lugar en el que la gente que vota el PRO cree que debe estar la cultura. Porque, ya lo hemos dicho, refrendar con el voto una segunda administración macrista implica aceptar y legitimar lo que el PRO arrasó durante cuatro años.
Ahí está la cultura, malherida. La efervescencia de la que hablaba algunos párrafos antes ya no se ve a simple vista. Hay que bucear un poco bastante, evadir los lugares comunes culturales que son el alimento de los carteles amarillos del PRO, salirse de los megafestivales que antes mostraban a una ciudad que latía y ahora no son más que una etapa del tourist race: el festival de jazz, el de tango, el de teatro. Apenas resiste el Bafici. La cultura ya no es una marca registrada de Buenos Aires: es apenas la bijouterie para adornar algún que otro fin de semana.
En ese contexto lo ocurrido ayer en el Centro Cultural San Martín es esperable, previsible. Las explicaciones de Macri y de su ominoso compañero de aventuras, el ministro de seguridad Guillermo Montenegro causan estupor (ya que no indignación porque más de uno dice: "¿qué artistas? vayan a laburar vagos"). El olor a infiltrado, a montaje, a operación es apabullante. Hay heridos con balas de plomo. Montenegro, como si me viera la cara de pelotudo dice que la metropolitana no usa esas armas como si no supiera de las costumbres de esa fuerza (heredadas de la federal y la bonaerense) de llevar armas apócrifas y con balas de plomo para que luego no puedan ser detectadas. Vamos Montenegro ¿por quién me toma?
¿Así que en el Teatro San Martín había bidones de nafta y bombas molotov sin usar? ¿Cómo pudieron meter esas cosas en el Teatro cuando la custodia del lugar es férrea y persistente? Explíqueme Montenegro, acláreme.
Mauricio dice que nunca vio artistas con facas y bombas molotov. Yo resumiría la cosa diciendo que nunca vio artistas (excepto que consideremos que Miguel Del Sel pertenece a esa categoría). Para las declaraciones de Macri vale lo anteriormenete dicho. ¿Cómo hicieron para meter todas esas cosas con toda la vigilancia que tienen los que toman la Sala Alberdi? Debe ser magia, según infiero.
Apuesto mi glandula pituitaria sin temor a perderla que estamos ante una operación, burda por otra parte, destinada a desalojar a los que protestan y desalentar cualquier apoyo externo.
Y a esta altura no me sorprende dadas las muestras brindadas por la administración PRO en lo que concierne a estos temas.
Lo único que deseo, que anhelo, que quiero, es que la cultura, la que aguanta, resista. Que, atrincherada en los bordes, denostada, considerada un estorbo, un manierismo inservible, no deje de respirar. Para que, cuando pasen los tiempos de la langosta, vuelva a reconquistar la calle de donde con todo y petates la han echado. Porque los tiempos de la langosta, que no le quepan dudas, pasarán. ¿Y qué harán cuando el arte ataque?
Quizás los que apoyaron con su anuencia tácita o implícita la desaparición de cualquier manifestación del espíritu que no se pudiera vender contemplarán su esfigie y verán que están desnudos. O quizás volverán a conspirar para conseguir otra década de oscuridad. Uno nunca sabe.