jueves, 18 de diciembre de 2014

AYOTZINAPA, HORROR SIN BARRERAS

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Bueno, lo prometido, la primera colaboración de El Colorado, alias Gustavo Ariel Amillano. Que la disfruten. En la medida de lo posible claro está.
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 Ayotzinapa, horros sin barreras
Gustavo Ariel Amillano para GET
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En los años sesenta se produjo una serie de enfrentamientos entre dos casas de altos estudios de México, el Instituto Politécnico nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estos enfrentamientos no pasaban de ser disputas, generalmente, relacionadas al aspecto deportivo de ambas Universidades, que en ocasiones, hay que decirlo, se pasaban de rosca. Pero no trascendían más que dentro de su propio ámbito. Hasta que la policía intervino para reprimir tan duramente que incluso golpeó a estudiantes que estaban en salones de clase en las instalaciones de la Ciudadela. La desmesura de la respuesta policial logró lo que nadie había conseguido antes. Que el IPN y la UNAM se unieran para protestar por la represión y en demanda de los estudiantes detenidos. El movimiento estudiantil creció. A tal punto que causó pánico entre la clase política de un eterno PRI que respondió a la usanza del partido: Encierro, Destierro, Entierro. Finalmente a modo de corolario miles de estudiantes fueron asesinados por el ejército y la policía en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. El miedo, el pánico y la represión feroz reinaron en Octubre de 1968 causando muerte y dolor. Luego vinieron las oportunas Olimpíadas y san se acabó. Desde entonces el movimiento estudiantil mexicano recuerda en toda la República y particularmente en Tlatelolco Ciudad de México, la matanza estudiantil con movilizaciones multitudinarias y expresiones de apoyo de toda la sociedad.
Cuarenta y siete estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” del municipio de Ayotzinapa en Iguala, Estado de Guerrero, se disponían a movilizarse en un autobús hacia el Distrito Federal, el 26 de septiembre para celebrar un nuevo aniversario de aquel 68, y para reunir fondos para la escuela. Antes tenían pensado pasar por la Iguala para protestar contra el lanzamiento de la candidatura a concejal de la esposa del presidente Municipal José Luis Abarca, hoy detenido por estar fuertemente vinculado a los hechos y considerado autor intelectual junto con su esposa María de los Ángeles Pineda hermana de uno de los jefes del cartel Guerreros Unidos. Se presume que ella dio la orden de liquidar a los estudiantes. El resultado fue el horror mismo. Cazados como perros los sitiaron autos de la policía municipal y vehículos de la familia del narco. Inmediatamente comenzaron a disparar copiosamente. Los estudiantes presos del pavor y el pánico trataron de refugiarse como pudieron. Unos pocos logran escapar y esconderse. Otro más calmo enfrenta al hombre que le apunta con un arma. El joven Julio Cesar Mondragón de 18 años, padre de una beba, había pedido permiso especial para visitar a su recién nacida hija. Escupe en la cara del delincuente. El narco lo desolló vivo. Sus compañeros no dan crédito a lo que ven, gritos y llantos por doquier, el espanto. La policía reduce a 43 estudiantes y los detiene, otros compañeros se tranquilizan porque por lo menos la policía se los llevara y serán encarcelados. Preguntan a dónde serán trasladados, qué hospital, qué seccional. No hay respuesta. Una vez en los vehículos policiales, nunca más vuelven a verlos. Unos momentos después llega el ejército, encuentra a un grupo de estudiantes que pudo escapar. Los increpa, los golpea y amenaza, los trata como criminales y finalmente se van. No prestan atención médica, no controlan la situación. Solo hacen una advertencia “Lárguense si quieren vivir”. Se largan.
Pero después se organizan, se reúnen con sus padres, se conectan con otros estudiantes y pasado el primer momento de dolor y desconcierto, de llantos y búsqueda infructuosa, comienzan un movimiento de reclamo por el hallazgo con vida de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” es el grito que retumba a lo largo y ancho de México y que tiene en vilo a todo el arco político, empresarial, mediático, policial y narcotraficante del país. Destapan una hoya a presión que devela con absoluta crueldad y legitimidad a 22 mil desaparecidos (12 mil solo en lo que va del sexenio de Peña Nieto) y a cientos y cientos de fosas comunes con miles y miles de cadáveres que evidencia como nunca antes la sincronización sistemática entre el Estado y el narcotráfico en la desaparición forzada de personas. Encierro, destierro, entierro.
México enfrenta hoy como sociedad una encrucijada insoslayable y todas sus representaciones y representantes están involucradas. No es casual que sea Guerrero el Estado, y que sea Ayotzinapa el municipio. Desde la independencia Guerrero ha sido foco revolucionario, cuna de la libertad contra los españoles. Más tarde en la Revolución de 1910, se puso en marcha uno de los programas más ambiciosos del período. La creación de escuelas normalistas para dar educación a uno de los sectores más rezagados del país, el campesino. Estas escuelas no solo forman maestros, sino que también otorgan una salida digna al embudo del narcotráfico. Y que de no ser por el empuje y decisión de los normalistas, ya no existirían.
El Secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong se ha visto varias veces superado por los acontecimientos y sin capacidad para dar respuesta a los reclamos de los padres de los 43 normalistas desaparecidos. EL PRD (Partido de la Revolución Democrática) gobernante del Estado de Guerrero, prácticamente está al borde de quebrarse por completo, su líder moral más importante y fundador del partido Cuatémoc Cárdenas, acaba de renunciar. Por diferencias irreconciliables con la cúpula del PRD.
El Presidente Enrique Peña Nieto viajó a China en medio de la crisis a pesar del pedido expreso de los padres de que no realizara el viaje al país asiático y se mantuviera en México para encabezar las investigaciones.
En todo México y en el mundo se organizan marchas de repudio a lo ocurrido en Iguala. Más de 170, solo en EEUU, dan cuenta de la delicada situación en materia de derechos humanos que vive el país Azteca. La falta de compromiso de sus gobernantes, la insensibilidad política y la represión seguida de secuestro a modo de ajusticiamiento para aquellos que piensan distinto y exigen sus derechos constitucionales. El Estado atravesado por la lógica del narcotráfico y sus métodos salvajes. El mercado como gran colector de beneficios exorbitantes. Provocador indiscutible de la marcada desigualdad social.
La respuesta de Peña Nieto ha sido criminalizar las protestas, perseguir a sus organizadores, encarcelar a los manifestantes y embarrar la cancha apoyado por el aparato mediático que lo puso en el sillón presidencial. Esperemos, por esta vez, que la doctrina social del PRI, Encierro, Destierro, Entierro, no tenga éxito

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente articulo. Es muy necesario relatar la situacion de esta manera, no solo el horror, sino el contexto y la linea de tiempo de los hechos.

Los medios intentan confundir y marear a la opinion publica con datos inconexos, desordenados, para que la gente no comprenda cual es el problema y por donde es la salida.

Pareciera que Peña Nieto asumio ayer nomas, y eso es debido al vacio absoluto de informacion, como si no hubiera pasado nada en estos años y de pronto 12mil desaparecidos te caen encima.

Toda latinoamerica se tiene que poner esta causa al hombro, el pueblo Mexicano no podra solo, y asi parece estar, solo atado de pies y manos, encerrado en un cuarto oscuro a merced de la corporacion politica, judicial, empresaria y militar.